conencantoacierto

25.4.16

Hábitos para relajarte

El ritmo que seguimos por inercia en nuestro día a día tiende a acelerarnos todavía más. Por eso es importante incluir en nuestro día a día pequeños hábitos que nos ayuden a compensar ese ritmo y a relajarnos.
Esto es algo con lo que yo estoy indagando desde hace tiempo y poco a poco me voy haciendo con mi lista de cosas que mejor me funcionan para mantener la calma en mi día a día. Hoy comparto con vosotros mis tres favoritas:



- MODO OFF POR LA NOCHE. Vivimos tan atados a nuestro móvil que somos capaces de no desconectar de él en días enteros. En realidad, podemos pensar que tampoco hay ningún problema con eso. Al fin y al cabo, cada vez que suena una notificación en nuestro móvil podemos elegir si la miramos o no. Pero yo personalmente me di cuenta de que cada vez que recibía un mensaje o una llamada de alguien (y eso, con nuestro querido Whatsapp es muy a menudo), tenía cierta obligación, responsabilidad, o necesidad de responderle en ese mismo momento. Pensaba: "si me ha escrito es porque algo necesita, y no voy a estar sin contestarle". Así que eso se había convertido en vivir en todo momento pegada al móvil y combinar cualquier acción que estuviera haciendo con responder los mensajes que iba recibiendo. Hasta que me di cuenta de que eso me generaba un estrés que en el fondo no era necesario. Una de las decisiones que tomé fue, a partir de cierta hora por la noche, poner el móvil en modo avión. A parir de esa hora, si alguien quiere algo de mí, tendrá que esperar a mañana, porque ese momento es para mí, para relajarme y recargar pilas para mañana estar a tope. Y si es algo realmente urgente, llamarán a casa, no hay problema :) Este es uno de los pasos que me ha permitido tener una mejor relación con mi móvil. Aunque sigo viviendo alerta a los mensajes y redes sociales, ahora soy yo quién decide cuándo les dedico mi tiempo y cuándo no.

- PLANIFICAR CADA DÍA. Aunque pueda parecer que ponernos una serie de tareas diarias por hacer es todo lo contrario a relajarse, os aseguro que aporta una tranquilidad increíble. Desde hace unos meses empecé a proponerme 7 cosas a hacer cada día. Estas 7 cosas son 7 tareas (a parte de las cosas rutinarias) de trabajo que tengo que sacar ese día. Hay días que eso me lleva más tiempo ocupada y otros menos, pero es un método que me está funcionando muy bien para muchas cosas. Entre ellas, para relajarme. Saber que una vez he hecho esas 7 cosas, significa que he tenido un día productivo, me da mucha tranquilidad porque se que, cada día avanzo trabajo, pero sin agobiarme. El hecho de que sean solamente 7 hace que no me sobre-sature, pero que cada día me mantenga activa con todas aquellas cosas que tengo que hacer, y eso me aporta muchísima tranquilidad.


- CENTRARME EN EL MOMENTO. El famoso carpe diem es algo que todos queremos conseguir pero que difícilmente conseguimos. Es difícil estar siempre pendientes de disfrutar de cada momento, porque en nuestro día a día hay veces que funcionamos de forma mucho más mecánica. Pero lo que sí que podemos intentar es detectar aquellos momentos en los que estamos pensando en lo que haremos después, y cambiar nuestro foco hacia el ahora. Estar siempre pendientes de lo que tenemos que hacer dentro de unas horas o mañana nos crea esa aceleración interna de la que hablábamos antes. En cambio, si cuando detectamos que nuestra cabeza está en mañana la llevamos a "aquí y ahora", automáticamente se calma, porque no tiene tanto por lo que estar.

Estas son solo tres opciones que podemos trabajar a diario para sentirnos mucho más calmados, pero seguro que hay muchísimas más por descubrir. ¿Cuáles son esos pequeños hábitos que te permiten mantener la calma en tu día a día? :)

22.4.16

Conviértete en tu propia motivación

Todos y cada uno de nosotros pasamos por momentos en nuestra vida en los que nos sentimos desmotivados. Suelen ser rachas pasajeras pero cuando a uno le pasa, cuesta realmente plantarse ante eso y darle la vuelta a la situación.

 Podemos encontrar muchas formas de hacerlo y empezar a sentirnos mejor pero siempre deberíamos tener claro que nosotros debemos ser nuestra principal fuente de motivación.



Tener a nuestra pareja, amigos o referentes para motivarnos está muy bien pero no podemos depender de ellos para sentirnos motivados. Al final del día, a quien seguro que tenemos es a nosotros mismos y es por eso que debemos procurar siempre ser nuestra propia motivación.

Vamos a empezar a hacer las cosas por y para nosotros mismos, para sentirnos bien y sobre todo, vamos a confiar en nuestra capacidad para motivarnos. Si no eres tú mismo quién toma el impulso para empezar a entrenar, cambiar de trabajo o comer mejor, ¿quién va a hacerlo? Tú tienes todo el poder de darle la vuelta a cualquier situación, de ilusionarte con lo que quieras, de pasar a la acción. Y todo este poder reside en una sola cosa: DECIDIR HACERLO :)




20.4.16

5 hábitos de alimentación saludable fáciles de adquirir

Podemos pensar que empezar a comer más sano implica cambiar grandes hábitos, y que, por eso, es un gran paso que implica un gran esfuerzo. Pero la realidad es que hay pequeñas cosas que podemos cambiar en nuestra alimentación que pueden marcar realmente la diferencia en esta, y también en cómo nos sentimos por dentro, y por fuera.


Hoy quiero compartir contigo 5 pequeños hábitos para que puedas notar ese gran cambio sin grandes esfuerzos. Cinco pequeños cambios que puedes hacer en tu vida desde hoy mismo y que te llevarán a sentirte mejor.

1. Beber un vaso de agua al despertarte y otro antes de acostarte. Llegar a beber los famosos dos litros de agua al día, no es tan difícil como podemos creer cuando no estamos acostumbrados a hacerlo. Pero aunque de esto quiero hablarte más extensamente otro día, hoy quiero animarte a que incluyas en tu rutina diaria estos dos vasos. Este es un paso que no solo te acercará a la meta de 2 litros diarios sino que te hará sentir bien también por otras vías. Beber agua cuando nos despertamos nos ayuda a despejarnos, nos hidrata después de tantas horas sin beber y tiene una especie de "efecto limpieza interior" por las mañanas. Y lo mismo antes de ir a dormir. Nuestro cuerpo agradecerá muchísimo que le hayamos dado ese plus de hidratación para aguantar tantas horas y hacer que nuestro descanso sea mucho mejor.

2. Acompañar todas las comidas y cenas con alguna verdura. Créeme, llegar a conseguir esto es súper fácil. Aunque puede que no tengas ahora la costumbre de hacerlo y se te haga un mundo pensar qué verduras puedes añadir a cada plato, piénsalo: ¿qué cuesta poner una buena ensalada en el centro de la mesa de acompañamiento a cualquier comida?, ¿o en nuestro plato de pasta, arroz, o legumbres elegir una verdura y añadirla?, ¿o acompañar nuestro segundo plato con unos espárragos o unos pimientos en lugar de no añadir nada o añadir unas patatas? Tener siempre verduras frescas en la nevera o alguna verdura envasada tipo espárragos blancos o pimientos del piquillo, te ayudará a conseguir que este hábito forme parte de tu vida casi sin darte cuenta.

3. Llevar siempre un snack saludable encima. Todos sabemos que muchas veces el hambre aparece en momentos en los que no estamos en casa. Si no llevamos nada encima, puede que la ansiedad empiece a hacer su función y acabemos comprándonos cualquier "marranada" en el primer sitio que podamos. Para evitar esto, mi consejo es llevar SIEMPRE encima un snack saludable. Una muy buena opción es preparar una bolsita de frutos secos naturales, o alguna pieza de fruta tipo manzana. Calman el hambre y puedes comerlos en cualquier sitio.


4. Elegir un buen aliño. Pensar con qué vamos a acompañar nuestras comidas es fundamental. Busca recetas de 3 o 4 aliños saludables que sean tus aliños estrella para ir combinando en tus diferentes platos, y pasa absolutamente de las salsas o de las cantidades exageradas de aceite de oliva para dar sabor a tus platos.

5. Decantarnos por horno, plancha o vapor. Cómo cocinamos es tan importante como qué cocinamos. Si nos quedamos siempre o casi siempre con estas tres alternativas estaremos jugando una apuesta segura.

¿Cómo lo ves? ¿Parece fácil, verdad? Pues te aseguro que lo es. Y, ¿sabes lo bueno? Que con estos pasos ya notarás la diferencia, pero es que hay muchos otros cambios que podemos hacer que son igual de sencillos de incluir en nuestra vida para mejorar nuestra alimentación. ¿Te apetece que hablemos de ellos en otro post? :)


13.4.16

¿Cómo nos afecta procrastinar?

Combatir la pereza es un tema con el que todos nos enfrentamos a diario en varias ocasiones. Si la pereza nos gana una vez, lo tenemos muy fácil para entrar en el bucle de la procrastinación, o dicho de otra forma, del dejar las cosas para mañana, y para el otro, y el otro...
A mí es un tema que me encanta, porque en el fondo, todos y cada uno de nosotros, lo podemos combatir.
El otro día encontré este vídeo que, aunque es largo, vale infinitamente la pena ver Nos explica de forma sencilla y divertida el mecanismo de procrastinar, y nos hace reflexionar sobre este tema, motivándonos a pasar a la acción con todas esas cosas que tanto tiempo hemos ido dejando para mañana.

No os lo perdáis :)


11.4.16

¿Cómo te hablas a ti mismo?

¿Te has planteado esto alguna vez? Convivimos con nosotros mismos 24 horas al día durante toda nuestra vida, por eso es tan importante que cuidemos nuestra relación, como cuidamos cualquier otra, aunque si nos ponemos a analizar, muchas veces nos damos cuenta de que no estamos muy bien situados en el TOP 10 de relaciones más cuidadas, precisamente. Priorizamos las necesidades de los demás antes que las nuestras, nos auto-machacamos cuando cometemos errores, nos exigimos un 100% en todo momento, no nos premiamos cuando conseguimos algo...

Si empiezas a sentirte identificad@ con todo esto, no pasa nada, pero puede que sea un buen momento para darle un giro de 180º a esta situación. Y una de las cosas por las que podemos empezar es por fijarnos en cómo nos hablamos a nosotros mismos. Y es que es algo que hacemos de forma tan natural e inconsciente que muy pocas veces le prestamos atención, cuando en realidad, es un pequeño detalle que tiene muchísimo poder sobre nosotros.



Pero no vamos a recrearnos en lo que hacemos mal sino que vamos a ver qué pequeños trucos podemos tener para que nuestro lenguaje interno nos vaya completamente a favor, y nos ayude a sentirnos bien. Ahí van unos cuantos truquitos :)

- NO CAIGAS EN LA QUEJA. Quejarnos es algo que nos hace entrar en un bucle de negatividad de forma muy fácil. Y no sólo lo hacemos en voz alta, sino que por cada frase en forma de queja que exteriorizamos, antes y después pasan unas cuantas simplemente por nuestra cabeza, que lo único que hacen es ponerte en un "modo negativo" que no te ayuda para nada a sentirte bien y que potencia el mal humor puntual que puedas tener. Empieza hoy a pensar en esto y simplemente no dejes que las quejas invadan tus pensamientos. Dale la vuelta a las frases negativas que aparezcan por tu mente y te sentirás mejor.

- MOTÍVATE. Tú solo puedes conseguir cosas increíbles. Créeme, no necesitas a nadie que tire de ti. Si consigues que la forma en la que te hablas a ti mism@ te ayude a focalizarte en aquello que quieres conseguir, en lo que puedes conseguir, tendrás una herramienta súper poderosa en tus manos. Cuando tengas un momento de debilidad, dale la vuelta y tira de ti mism@. Puedes hacerlo, tú eres quién al fin y al cabo guía tus pensamientos y elige qué pensar.

- FOCALÍZATE EN LO POSITIVO. Contarnos a nosotros mismos las cosas positivas nos van pasando en nuestro día es una forma muy efectiva de poner el foco en lo positivo. Y es que tenemos tendencia a auto-resumir nuestro día con las cosas aburridas, pesadas o no tan buenas que nos pasan. Por ejemplo pensamos: "vaya mal día que hace", "aún me quedan dos horas de trabajo", "qué aburrida ha sido la mañana de hoy"... en lugar de hacer lo mismo pero con las cosas buenas que hemos hecho ese día o que aún nos quedan por hacer.

Con estos 3 simples pasos ya estaremos cambiando mucho la forma en la que nos hablamos, cosa que puede darnos muy buenos resultados. Ponlo a prueba y me cuentas :)


8.4.16

Signos que te indican que puedes tener estrés

El estrés está presente en la vida de cada vez más personas. Nos hemos acoplado sin pensarlo a este ritmo de vida ajetreado y nos hemos sobresaturado de cosas a las que atender. Aunque a veces nos olvidemos de alguna. Cuando los síntomas de estrés aparecen, significa que estamos desatendiendo a la parte más importante de nuestra vida: nosotros mismos. 



Eso se convierte en algo un poco alarmante, porque estamos tan acostumbrados a aguantar este ritmo que probablemente muchas veces ni nos enteramos de que estamos sufriendo estrés en primera persona, y hasta que nuestro cuerpo no nos manda señales de alerta enormes en forma de síntomas físicos no bajamos de nuestra nube de ajetreo. El peligro está en que a veces los síntomas son claros, pero hay otras veces que no lo son tanto, y ahí es dónde podemos estar manteniendo esta situación durante semanas, meses o incluso años. Así que hoy quiero hablarte de signos que puedes detectar en ti y que pueden ser una alerta de estrés. Si los detectas, hazte ciertas preguntas, y plantéate si este ritmo de vida te está trayendo algunas consecuencias que no te hacen sentir del todo bien o vivir plenamente tu día a día. Y si es así, será un muy buen momento para hacer algún cambio

- SENTIR EMOCIONES NEGATIVAS CUANDO "NO TOCA". Evidentemente, todos podemos y debemos sentir emociones negativas de vez en cuando, y el criterio de cuándo es normal sentirlas y cuándo no, no es un criterio fijo, sino que cada persona siente diferente y eso es del todo respetable. Aún así, todos nos conocemos muy bien, y sabemos cuáles son aquellas situaciones vitales que nos hacer sentir emociones negativas porque realmente somos así, y cuáles no. Cuando sufrimos estrés, es muy común que podamos sentir emociones negativas como tristeza, rabia, irritabilidad... en situaciones que antes no provocaban eso en nosotros. Es decir, que sintamos emociones fuera de lo normal en determinadas circunstancias. Eso el algo que podemos detectar relativamente de forma fácil y que es una pista en mayúsculas de que algo no va del todo bien. 

- SENTIR NERVIOS, SEA CUAL SEA EL MOMENTO DEL DÍA. Por norma general, no estamos demasiado acostumbrados a escuchar a nuestro cuerpo. El estrés puede provocarnos diferentes síntomas físicos, entre ellos, provocar en nuestro cuerpo un estado general de ansiedad. Eso podemos detectarlo simplemente parando un momento en diferentes partes de nuestro día, y concentrándonos en nuestro propio cuerpo. Si nos sentimos nerviosos o acelerados mientras estamos en el trayecto a casa en el bus, o mientras estamos cocinando, o incluso mientras estamos descansando en el sofá... debemos tomárnoslo como otra señal de alerta. 

- SÍNTOMAS FÍSICOS POCO PROPIOS DE TI. El estrés puede afectar de mil maneras a nuestro cuerpo. Puede desencadenar alergias, problemas digestivos, dolores de cabeza... Evidentemente no significa que si tienes alguno de estos síntomas sufras estrés, pero pueden ser una pista más, que si sumamos a otras, quizá sí que vayan por ese camino. 

- FALTA DE MOTIVACIÓN. Esto podemos sentirlo todos en diferentes momentos de nuestra vida, pero si nos sentimos desmotivados de forma general durante un período de tiempo medio-largo, puede que sea porque el estrés nos esté impidiendo disfrutar de todo aquello de lo que disfrutábamos antes. 

- DIFICULTAD PARA CONCENTRARTE O SER PRODUCTIVO. Si sientes que últimamente estás más distraído en el trabajo, que se te olvidan algunas cosas del día a día, o que no consigues hacer aquellas tareas que te propones... Despierta tu estado de alerta. 

- REALIZAR HÁBITOS NEGATIVOS POCO HABITUALES EN TI. ¿Comes más de lo normal?, ¿has empezado a fumar sin ninguna razón consistente?, ¿duermes mal por las noches? Puede que el estrés esté afectando a tus hábitos de vida. 

Como comentaba, todo esto simplemente son señales que pueden ayudarnos a detectar el estrés lo antes posible. Aún así, ninguna de ella es una señal segura que vaya a indicarnos que sufrimos estrés seguro. Cada persona es un mundo, y todos funcionamos de forma diferente, pero no está de más hacer un chequeo rápido en nosotros de vez en cuando, y si atamos cabos, ponernos manos a la obra con algunos cambios en nuestra vida, que nos hagan sentir mejor. 

6.4.16

5 claves para establecer tus metas con éxito

Hoy quiero hablaros de uno de mis temas favoritos: el establecimiento de metas. Además de porque es un ámbito de trabajo que aplico constantemente en mi profesión, reconozco que soy una enamorada de marcarme nuevas metas que me hagan ser mejor persona y vivir mi vida mucho más feliz. 



Todos solemos hacerlo. Todos tenemos metas que cumplir constantemente y en los diferentes terrenos de nuestra vida así que es muy interesante que lo hagamos de la mejor manera posible. 
Para eso, podemos tener en cuenta muchas claves o trucos que nos ayuden a establecer correctamente nuestros objetivos, para que luego nos sea mucho más sencillo ir a por ellos y conseguir alcanzarlos. Pero hoy quiero compartir con vosotros mi TOP 5. Esos 5 tips que sin duda, por mi experiencia, tienen que tenerse en cuenta para un buen establecimiento de metas: 

1. CONCRETA AL MÁXIMO. A partir de ahora, cada vez que te marques un objetivo, evita propósitos como "hacer  más ejercicio", "adelgazar", "tener mejores relaciones", "sentirme bien". ¿Cuántas horas de ejercicio quieres realizar a la semana?, ¿cuánto peso te propones perder?, ¿qué implica para ti mejorar tus relaciones y cómo puedes llegar a conseguirlo?, ¿qué tienes que conseguir para sentirte bien?. Respondiendo a estas preguntas conseguirás concretar tu objetivo y hacerlo "tangible". Ya no será una propuesta general y poco estructurada, sino que en simplemente unos minutos y con una sola respuesta, te estarás diseñando de rebote el camino para conseguir aquello que te has propuesto, y además, cuando te estés acercando, lo sabrás. Podrás medirlo de alguna forma, y conocer tus resultados. 

2. CORTO-MEDIO-LARGO PLAZO. No podemos quedarnos solamente con un plazo al establecer nuestras metas. Si nos marcamos metas siempre a corto plazo nos estaremos sobresaturando con miles de objetivos y además será más complicado que consigamos ver grandes resultados. En cambio si simplemente nos ponemos metas a largo plazo nuestra motivación estará muy presente los primeros días pero luego decaerá en picado, y por otra parte nos sentiremos perdidos, no sabremos por dónde empezar. La clave es marcarnos metas a largo plazo (aquellas grandes cosas que queremos conseguir, a un año vista o unos cuantos meses -de 8 a 12-), a medio plazo (un pequeño desglose de las metas a largo plazo, aquello que tenemos que tener conseguido a medio camino para ir bien -a unos 4-5 meses vista), y metas a corto plazo (a un mes vista; aquello que nos marcará cuáles son los pasos que tenemos que ir dando para acercarnos poco a poco a nuestras metas generales, y que se reformularán cada mes). 



3. FECHAS DE CHEQUEO. Si aplicas el punto anterior, probablemente ya habrás deducido que cada apartado tiene su fecha de tope y de revisión. Pero además, ese tiempo puede hacerse muy largo según cómo y no está de más hacer un chequeo de cómo vamos con nuestros objetivos cada día, cada semana o cada dos semanas. Podemos elegir la opción que mejor nos vaya, que no nos agobie pero que también nos sirva para mantenernos alerta y a tope con nuestras metas. 

4. PONERNOS RETOS SIN PASARNOS. Una de las bases para cualquiera de nuestros objetivos es que suponga un reto para nosotros, pero que sea asequible. A veces, en algunos terrenos no tenemos claro si nos estamos "pasando". No pasa nada, márcate lo que creas realmente que podrás conseguir en ese momento y si a medida que evolucionas ves que es demasiado, siempre puedes reformularlo, sin que suponga una frustración. Simplemente es reconocer que en un principio, no sabías muy bien cómo reaccionarías ante este reto. Eso sí, sin relajarse demasiado ;) 

5. QUE CADA PASO NOS MOTIVE. Esto es súper importante. Aunque en sí el reto final que nos propongamos no nos motive demasiado, si decidimos que queremos hacerlo porque nos conviene o porque necesitamos hacerlo, tenemos que buscar nuestra motivación. Tenemos que hacer que el desglose de ese objetivo, que cada pequeño paso, tenga una motivación implícita para nosotros. Si no lo hacemos, probablemente no llegaremos ni al primer mes. 


Con estos 5 consejos, tenemos asegurado un buen establecimiento de metas, y a partir de ahí, solo queda ponerse manos a la obra :) ¿Qué os parecen? ¿Los aplicáis en vuestras metas? ¿Qué trucos os funcionan a vosotr@s? 
Blog design by Mery's Notebook ©2015